Poema de Graciela Licciardi

A pura sentencia

es cierto que cuesta bastante ser la rosa
o ser violeta o naranja o nacarada

no debería importar el examen
el juicio infinito
las preguntas
las certeras respuestas esperables

es sano imperar en los sentidos
exigirles la cuota de carencias
llenar los huecos moribundos
de una tarde de amigos
con miseria a compartir

que cierren puertas
muchachos
hoy les pido
y abran los sueños
de un fin inesperado
aunque me haya puesto un poco sentenciosa

© Graciela Licciardi