Poema de César Cantoni
21.02.06
(En la playa de estacionamiento)
Iba a arrancar el auto aquella tarde
cuando una mariposa,
que apareció de la nada,
se puso a danzar sobre el parabrisas.
“Es el espíritu encarnado de Chuang Tzu
que prenuncia el estío”,
exclamó mi acompañante.
........................Y yo le creí,
porque basta amar la poesía
para ser sorprendido por algún milagro.
© César Cantoni
5 Comments:
David Antonio Sorbille dijo...
El llamado de la poesía en una excelente creación.
¡Hermosa historia que identifica poesía con milagro!
Felicitaciones, César y un gran abrazo
María Rosa León
Absolutamente de acuerdo!
Un abrazo
Bonito, pleno de frescura... Fabiana
bello poema! justo!..
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