6.11.09

Poema de Paulina Vinderman


Puedo oír los perros a la distancia, antes de dormir.
Y ellos me consuelan, consuelan a mi corazón cojo,
me hablan de lo único que tiene valor.

Testimonios austeros de la vida,
un sacudir de ramas en los días obedientes.
Como el sonido de una flauta en la noche débil,
como un humo herido por la ausencia de luz.

Viajaré por la página de la noche sin mentir,
viajaré otra vez por mi río barroso, mi río barroso
que se cree mar.

Y mañana en mi taza de niebla en la cocina,
como todos los días oscurecidos por la lentitud,
veré la simetría.

© Paulina Vinderman

6 Comments:

Blogger macedonianos en Casa Scherpa said...

qué buen poema, gracias, Roxana Palacios

6.11.09  
Anonymous Anónimo said...

Estimada Paulina: una vez más, tu poesía llega al lector con esa voz macerada y profunda, que estremece por su belleza.
Felicitaciones.
Afectuosamente
Horacio Laitano

6.11.09  
Anonymous Anónimo said...

¡Muy bueno tu poema, Paulina!
Gracias por compartirlo con nosotros.
Felicitaciones y un beso grande
María Rosa León

8.11.09  
Anonymous Anónimo said...

Tu poema, Paulina, es un testimonio austero y absolutamente bello y profundo de la vida. Admirable texto que nos delita. Gracias.

Jorge Luis Estrella

9.11.09  
Blogger galáctica said...

Paulina: Desde la profundidad de tu viaje y tu búsqueda llegan también la magia, el mundo simbólico que caracteriza tu poesía, el dolor como maestro, la aventura siempre renovada , y esa"taza de niebla" de la que sale inagotable tu mensaje poético.Un beso grande Irene Marks

12.11.09  
Anonymous Jorge Ariel Madrazo said...

Paulina: otra vez nos llega tu palabra cadenciosa y alejada del énfasis demagógico, y llega para crear un planeta nuevo que no es -claro- el de la representación. Tu planeta tiene vida propia, más que testimonio es un Fiat Lux, instaura la rara simetría entre la Verdad y la Belleza.
El abrazo de
Jorge Ariel

13.11.09  

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