Poema de Rodrigo Illescas

Cierto pozo

Cavo, hago fosas en el mar,
no hay nada más profundo que estas dos manos,
remuevo tierra
sin prestarle atención al barro de los días.
Saco a paladas el polvo del tiempo,
cavo
a cada aullido de dolor.
No tengo mejores planes además...

Despierto brevemente
y busco a tientas pedazos del sueño,
miro al cielo y lo veo tan cerca.
Me enceguece una herida que sangra
......... tan profunda como esta tierra.

No conozco otra oscuridad,
no sé de otros pozos,
no me llegan noticias de otros mundos,
Bostezo contra la ausencia
y clavo la pala entre el olvido y la memoria.
Hay un eco repitiendo, ¿dónde están todos?

De la boca del pozo nada sale,
los días pasan por ahí sin mirar hacia abajo,
todavía
hay un sol que escupe brazas allí dentro.

La piel me guarda como a un secreto violento.

Nada me distrae de la tarea,
la profundidad de hoy no la dejo para mañana,
aunque no tengo en claro para qué
desenterrar tanta pregunta.
Soy extranjero en este pozo que cavo.

Hay un campo de batalla en cada puñado de polvo.
Sin embargo cavo,
y cada vez me siento más pequeño,
las paredes de tierra crecen a mis lados,
crecen y no crezco,
me agota esta certeza cada día.

© Rodrigo Illescas