Poema de Genoveva Arcaute
Floración
Plegaria irritada a dioses mexicanos.
Su capricho floral
cada veinticinco años impone
a ritmo de reloj inmenso
una flor y su estallido.
Entretanto sus brazos
carnosos aletean
(no hay viento que baile
con sus lenguas temibles),
medusa que lastima al nimio roce.
Señora agave, mide el tiempo
en floraciones como vidas
y esconde su secreto
¿Será ya menopáusica?
¿O está forjando fértil una erguida flor?
Hija que agota las sales de la tierra
en monstruosa matriz.
Amenazo su silencio: convertirla
en tequila, sisal y mescalina,
sus dones a este mundo,
con algo de bar, un poco de farmacia
y también de almacén donde se compra
para atar los nudos fibrosos de las cosas.
A veces la contemplo
con un poco de ira
interpelo el silencio,
pero no me contesta
¿veremos algún día el fruto de su savia,
Epifanía entre los altos árboles?
¿Será mañana, el próximo verano?
En ese caso habré de tomarle
diez mil fotos y su flor
será un cometa en el tiempo de mi edad.
Seré feliz un día.
¿O habré llegado tarde
a su milagro verde?
no soy afortunada ni puntual,
me pierdo en pistas falsas
-Novalis o Melville-
y todos los eclipses desde niña.
Dame entonces, por lo menos
tu licor de olvido
tu jugo de visiones, tu guitarra ronca,
dame tu imagen y en la punta
de mis letras, esa flor,
tu enorme hija inalcanzable.
© Genoveva Arcaute
3 Comments:
Me encantó Genoveva este transitar y el pedido.
besos
Elisabet
no hay viento que baile con sus lenguas temibles.//guauuuuuu Geno, muchas imágenes en tu poesía y siempre tu forma particular, la misma que me cautivó en narrativa. Un abracito.
Lily Chavez
bellas imágenes
buenas metáforas
me enredé en ellas
con placer
desde graciela abrazo
Publicar un comentario
<< Home