Poema de Fanny Jaretón

SI ME F-ALTARES

..................a Él en Holocausto.

Te escribo al límite del cansancio.
Los ojos parpadean sin caer en ningún lugar
cuando lugar sos vos.
La cabeza se recoge baja sobre sí misma.
Qué me importa si lo que escribo tenga validez
sobre la letra.
Sé que moriré el día que no te tenga entrañado
porque sos la causa de mis afanes, la palabra que sueña
la que hierofante, la que deja de pensar, la que auxilia
ausculta, tiembla, brinca, nos reconstruye siempre en un minosotros
siempre en un voscontinuo.
Si te vas, esta muerta de vos dirá ya no tengo sed.
Ya no más conocimiento, nomas saber, no más sabor, no más epitelio.
No más margaritas, recordando que no quisiste petaloadivinar
si me querés o no me querés, no por temor
sino porque no te gusta hacerle daño a lo que vive vive.
Se romperán todas las botellas naufragas
porque esta viciosa de vos no necesitará de la ebriedad
de los barcos y su marea donde esperan sobre la costa
unir nuestras dos orillas.
Entiéndeme amor de la intemperie
necesito de tu tierra asperjada con la lluvia
que nos hizo relampaguear el alma tantas veces
para diluirme y ser una con tus huesos.
Amor mío, sos como un acto de Alta Magia
donde muchos te buscan desaparecés.
Por eso te dibujo cada noche
con la fuerza de mis pensamientos exigidos al olvido
de mi tacto aprisionando al vacío hasta lastimarlo
detrás de cada herida se guarda lo provisorio.
Angustia, ansiedad, desvelo, inconsolable desdén
arrastrando las punzantes agujas del reloj
que hieren el fin.
Así lo sepas,
como las amenazas que me hacían con la bruja
en mi corta edad
corta estoy para comprender lo no querido.
Mi miedo no quiere saber que se cumpla la coacción.
Por eso yo por las noches enciendo la Luz de tus ojos
(si es tal cual cuando oscuro cuando ardiente tu aceite del milagro)
para comprobar que la ciega e/videncia un último latido.
Pulso hondo, hasta el final del pálpito, mi boca virginal
que te pide, te pide como en los cuerpos espirituales
que nos vistieron en el Edén de la renovación.
Corriendo con el galope de esta furia que latíga
grito tu nombre, el nombre de quien ama
con la precisión de la garra que por la sobrevivencia
instintiva atrapa:
¡No te vayas amor mío! No me dejes con las venas abiertas:
sangre oscura que mira con rencor al cielo poco claro.

© Fanny G Jaretón