Poema de Leonor Mauvecin
EL NIÑO
............A Floreal Avellaneda de 15 años
............Secuestrado en abril de 1976
Viene aquí a buscarme
desde la espera.
Viene a contarme
de su sangre derramada.
Ha recogido su propia sombra
............. y la ha dejado en mi puerta.
El crucificado, el torturado
el niño.
Trae todo su llanto y me lo entrega
envuelto en el silencio del sueño
en la vigilia.
Para escuchar la palabra de la muerte
el grito ahuecado en el pozo del dolor
ese que no tiene nombre
que tiene ojos de niño
boca de niño
cara de niño.
Nadie conoce el embrujo de esos ojos
ni la dulce sonrisa
del que oculto/ renace
en el murmullo del viento
que recorre la orilla del río
donde fue abandonado.
Trae todo su llanto y desova
en el tajo de la herida
aromada en el perfume del tiempo
recorrida por la sal, y el ajo
amuleto / para el nomeolvides.
© Leonor Mauvecin
12 Comments:
Leonor sabido es que no puedo comentar a los poetas por mi tiempo, en esta oportunidad lo hago por este excelente poema pero sobre todo por agradecerte tener MEMORIA y hacer que la poesía sea además compromiso.
Gracias, Gus.
Leonor, coincido plenamente con Gus y te felicito por mantener viva la memoria de una etapa siniestra de nuestra historia argentina. Un poema que nos deja sustancia para no olvidar.
Un gran abrazo
Elisa Dejistani
Leonor, estoy sumamente conmovida!, gracias por este homenaje a la memoria! un abrazo.
Leonor
tu Negrito es uno de tantos que están latiendo en los corazones de los que no olvidan. Me ha emocionado tu poema y también me impulsa a mantener viva la memoria.
Extraordinario. Eduardo Chaves
Leonor:
Conmovedora poesía que florece en la tristeza y en el corazón solidario. Reciba el abrazo de este poeta pobre que es
JOSÉ MANUEL SOLÁ
[Puerto Rico]
Querida Condesa, Vamos a hablar de la memoria?
Hablaremos del tajo que nos deja!
Sensiblemente, Fanny
Querida Leonor, Gracias por tu poema, EL NEGRITO AVELLANEDA, PRESENTE!!. C. CARBONE
Un poema conmovedor; de esos que nos queda en el alma latiendo de dolor...
Gracias por seguir alimentando la memoria, por recordarnos la sangre derramada.
Un abrazo
delicioso tu texto, aunque parezca contradictorio ante su tremenda factura
la memoria debe seguir por más que nos reviente el alma
un beso enorme
francisco
Querida Leonor: en tu poema "para escuchar la palabra de la muerte" nos hacés viva la imagen del pequeño asesinado, torturado. Es indispensable este poema para que no se olvide lo que sucedió, para que no se repita"el grito ahuecado en el pozo del dolor ése que no tiene nombre", como también hay muchos que murieron sin nombre.Duele este poema, porque debe doler, debe mantener la memoria en carne viva.Saludos Irene Marks
Leonor:
Conmovedor y bellamente escrito. Te felicito, pues no es tarea fácil hacer poesía sobre esa temática sin caer en expresiones manidas o panfletarias.
Un abrazo, desde Chile
Juany Rojas
Gracias Leonor por tus palabras, es dolor que drena,sustancia que agiganta la memoria y también, un bello poema, un gran abrazo, María
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