Poema de Alejandra Crespin Argañaraz

Los árboles han crecido
no son los mismos.
Eran más verdes y sonoros,
más frondosos
o más escuálidos,
de tronco más fino,
y al cielo clamaban,
desnudas sus ramas.
Tampoco es igual la tierra,
no se graban mis huellas,
como antes...
ni suenan los guijarros
en la forma en que sonaban
al pisarlos...
El agua en la vertiente
tenía un gusto diferente
y un canto más alegre.
Otro río es el que miro
mientras corre por su cauce
con el ritmo de los años...
También es distinta
la luz que reflejan
las piedras de la orilla;
porque hay otra en el pasado
de mis ojos que regresan.
La casa sin mis padres,
tampoco es la morada que recuerdo,
son las mismas ventanas
que vieron mi niñez,
pero sus puertas,
apenas entreabiertas,
no invitan al descanso como ayer...
Los seres y el paisaje
han mudado con el giro
de los años, yo misma
en otro presente,
soy distinta,
todo aquello que fue parte de la vida...
Ahora sé,
que ya no pienso como siempre
pensé que pensaría.


© ALEJANDRA CRESPIN ARGAÑARAZ
Foto: Gustavo Tisocco