Poema de Graciela Wencelblat
Esa rosa nació sin espinas
no produce dolor
pero le cuesta defenderse
sufre altibajos
todavía no sabe
que no hay amores sin peleas
tiempo de confusiones
quiere rebelarse
sentir jadeos
permitir que sus pétalos
jueguen
decide barnizar su alma
despertar
abrazar la brisa
despeinar su euforia
y salir al ruedo.
© Graciela Wencelblat
15 Comments:
Querida Grace,
todo un privilegio "esa rosa sin espinas", principalmente cultivarla en el centro del alma, para no herirse, y menos aún herir a otros. Bello y sugerente poema, brava!!!
un abrazo
Elisa Dejistani
La rosa salió al ruedo. Desde el principio al final las palabras juegan con desenvoltura y se une la intención, me agradó, un abrazo.
Betty
Querida Graciela: la pasión en toda su frescura e inocencia, en toda su indefensión, en su entrega donde no hay espinas, sólo la fuerza del amor a la vida. Sin embargo, ese "salir al ruedo" muestra también un cierto temor, una conciencia de que lo desconocido la hará sufrir. Un poema de gran pureza visual, de erotismo suavísimo, donde la ternura latente está en el hecho de que esta rosa no tiene "espinas" y eso nos inspira el dseo de protegerla. Excelente Irene Marks
Pura inocencia. Rosa sin espinas.
Besosssssss
¡Qué maravilla tu poema, Graciela!
Creo que esa rosa sin espinas existe y está en tu voz poética que conmueve ymueve siempre a más lecturas y a seguir descubriendo los misterios del amor en tu canto.
Aplauso cerrado y de pie y un beso grande
María Rosa León
Sí señora. Hay que salir al ruedo... pese a todo.
Bello poema.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Y salir al ruedo... sensacional verso de cierre
abrazos
Elisabet
Muy bueno Graciela. Alda Salzarulo
Es difícil nacer desprotegido, con el alma en la mano. No obstante sería hermoso que así fuéramos. Mi abrazo. Antonio.
Bellísimo poema donde tengo la sensación que esa rosa melancólica es en cierta forma tu propia alma de poeta. Ha sido un placer leer cada palabra, tienen música y algo de intensa esperanza. Me encantó. Eduardo Chaves
Y sí, hay que salir al ruedo nomás. Dichosos los que podemos aferrarnos al sostén de la palabra ¿no?
Abrazo
Alicia Perrig
David Antonio Sorbille dijo...
Graciela, una poesía hermosa como la rosa. Un abrazo.
Rosa incompleta, rosa abierta al deseo, a la vida. Como tu buen poema que se abre ante nuestros ojos y florece.
Muy bueno, querida amiga!
Un beso.
Graciela, qué precioso!!!! cuesta salir al ruedo expuesta y vulnerable, pero vale la pena, querida amiga,y así como dice Máximo,florece el alma y el poema, besotote, María Chapp
Muy hermoso tu poema Graciela, espinas que no existen y sin embargo están presentes doliendo en su invisible. Salñir al ruedo es posible si intentamos olvidarnos que alguna vez ellas formaron parte de un todo. Besos mil.
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