Poema de Marcelo Luna
Los Magos
En la noche
Él a nacido
Ya nada será igual
No hubo estrella
A falta de guía
Unos perros fueron anunciación
Hasta el fondo
De los barrios pobres
Preguntaron por el niño aureolado
Que de casualidad
Oyeron berrear
Dentro del auto desguazado
Solo sin madre ni padre
Carpintero sin pastores medio
Desnudo aunque con esa luz
Fue sencillo
Repetir la liturgia arrodillarse
Cobijarlo...y llevárselo
No fuera cosa que otro
Mesías pregonara
Una nueva religión
© Marcelo Luna
posted by Gustavo Tisocco at 19:29
14 Comments:
Muy bella alegoría de una cruda realidad.
Felicitaciones, Marcelo y un gran abrazo
María Rosa León
Bien Marcelo!, duele esta ya casi cotidianidad del abandono. Un abrazo.
Lily Chavez
CARLOS COMO SIEMPRE!...
SE NOS HACE CIERTO A CADA PASO...
CUANTO DEJO DE DECIR...
LIDIACC.
Qué tiernamente doloroso tu poema, Marcelo. Y qué cruda realidad lo motiva. Un beso por eso y por la belleza que igualmente encierra.
Celina
Marce, me gusta tu poesía, excelente poema.
Besote
qué bueno, gracias; Roxana
Queridas amigas:
Gracias por vuestras palabras,estoy entrando hoy para hacer comentarios, un poco tarde porque estaba trabajando en el armado de "Los SAlieri" sw noviembre.
Besos
Marce
Buen poema Marcelo.
En el segundo verso te comiste la H en "él ha nacido".
Un abrazo.
Bellísimo poema.
Hasta está demás decir, coronar el modo.
Un cariño
Querido Martìn:
¡Tenès razòn, que pedazo de bestia...!
Creo que si èl naciò, yo con el horror ortogràfico, lo matè...
Abrazos
Marce
MARCELO, no eres pedazo de bestia, se entiende querido, lo que sucede es la intención, el mensaje que das a través de estos versos sentidos y profundos. Hasta luego y besos, Julia
Sos un pedazo de bestia! hay que ser animal y viseral para escribir tan magnífico poema!!!
Saludossssssssss
Seas pedazo de bestia o no, tu poema me estrujó el alma y me abrió el cerebro. Auanque no me gustan las terminaciones agudas en "ón", lo que decís y con la fuerza que lo decís está por encima de cualquier detalle formal.
Gracias, querido Marcelo.
Duro, agonico punzante, como este madero tu poema clavandose en mis ojos.
Sensiblemente, fanny
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