Poema de María Elena Tolosa
Sombra
La sombra
también estaba allá,
subió cuestas
y bajó conmigo
en la piedra oscura
me perseguía,
apuré el paso,
aún así
no logré dejarla,
perdida en la multitud
creí lograrlo,
surgía desde la luz
para crecer en sombra
alargada,
con filo de puñal
siempre a mi lado
hasta que la noche
la raptaba
y en la fronda
de los pinos
se convertía en murmullo
© María Elena Tolosa
14 Comments:
uno de los poemas más bellos que te escuché, María Elena, por su profundidad y tono. abracito. susana zazzetti.
María Elena, otra sutileza tuya este poema, muy hermoso y tanto que dice.
Cariños
Juany Rojas
Esa sombra solidaria que nos acompaña siempre, vivamente retratada en un bello poema, María Elena.
Aplausos y besos
María Rosa León
Esa sombra que se convierte en"murmullo" es una forma magistral de interpretar el sutil mundo poético donde penetrás con un lirismo inusitado para expresar lo inexpresable. Excelente Irene Marks
Intenso e "in crescendo", haces que mis pulsaciones suban y mi cabeza se llene de imágenes, al ritmo de la música de tus versos
Edilberto
María Elena
un bello poema con un sentido muy profundo de ese "otro" que anda con nosotros y no siempre reconocemos, sentimos,le prestamos atención. Nos sigue, nos acompaña, nos asusta. Excelente.
Eduardo Chaves
gracias a los que comentan mis poemas ellos son mis hijos y ustedes mis amigos que los miman
de todo corazón
maria elena tolosa
María Elena. Tu poema describiendo a " La sombra", me trae imágenes tan realistas, que me da la impresión que esa sombra me persigue. Excelentes imágenes!
Un abrazo
Xenia
Gracias María Elena, por compartir tu sombra, portadora de luz para el lector,
Un abrazo y felicitaciones.
Elisa Dejistani
David Antonio Sorbille dijo...
Excelente poema, Maria Elena. Un abrazo.
De todo corazón muchas gracias, ¡que lindo que lean mis poemas y los comenten , para mi es algo muy alentador, lo necesito creo que como todos
Un beso grande
maria elena tolosa
Sombra un alter ego no enteramente
manumitido.Bello poema María,un saludo desde este lado del árbol que soy.José Enrique Ramírez
Sombra hiriente que se transforma en murmullo y permite ser nombrada, poetizada, salir a la luz, tenemos una gran suerte de ser trabajadoras de la palabra, y a través de ellas alquimizar luces y sombras..un abrazo, María Chapp
A veces uno quiere que siempre sea madiodía, para perder la sombra, pero aún bajo los pies, siempre está.
Un abrazo, María
Alicia Perrig
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