8.4.11

Poema de Conrado Alzate Valencia


LA CIUDAD

No sabemos quién es el dueño de lo que vemos
ni quién convirtió la ciudad en un supermercado.
Todos los lugares sagrados han sido pisoteados
por una multitud de hombres angustiados y vacíos.

El ruido y la voz de los foráneos nos sacaron
de los Dioses, de las plazas y los templos.
Nuestro valioso patrimonio ha sido profanado
por los ojos depredadores de los ambiciosos.

Ya no podemos precisar dónde están los poetas,
los viejos amigos y el amor; la brújula es incierta.
Perdimos la capacidad de recordar y la identidad
se hunde en el olvido como barcos en el mar.

Los seres comunes se tornaron escurridizos,
sólo los podemos recorrer y acariciar cuando
la noche abre las aceras de las calles y los sueños.
Ahora la ciudad es un espacio de la globalización.

© Conrado Alzate Valencia

5 Comments:

Anonymous Betty Badaui said...

Sí, Conrado, en gran medida sucede; yo diría que hubo cambios tecnológicos rápidos y enormes, me parece que nos desubicamos un poco con estos cambios, ojalá la espiritualidad no nos deje del todo.
Tu poema es pensante, me gustó hacer pausas mientras lo leía.
Va el abrazo rosarino
Betty

8.4.11  
Anonymous Anónimo said...

Cierto, muy cierto lo que reflexionas poéticamente. Estoy contigo y agradezco tu bello pensamiento: conozco las sombras de los grandes edificios. Un abrazo.

Magdalena Guerrero

9.4.11  
Anonymous silvia loustau said...

Un reflexionar poetico, como si lo tuviese que copiar y marcar los pesamientos más importantes.
Con afecto,

Silvia Loustau

10.4.11  
Anonymous Anónimo said...

Cruel realidad es cierto a la sombra de los grandes paredones no crecen flores , ni hay perros ni gatos , solo cemento y brújulas perdidas

maria elena tolosa

11.4.11  
Anonymous Anónimo said...

Conrado: admiro la elegancia con que presentas ese dilema con el que siempre andamos.
Un abrazo
susana rozas

15.4.11  

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