20.4.11

Poema de Olga Liliana Reinoso


EPITAFIO

Aquí duerme su noche sin amantes
María Puertas Abiertas
María Manos de Falda Acampanada.
Uno por uno
los hombres que bebieron
su manantial fogoso
le asestaron rugientes cuchilladas
en su intemperie de mujer.
Como un potro
decapitó de un salto el horizonte
y se quedó en la cima del silencio
fatalmente apagada.
María, con su nombre de virgen.
Santa María de la Soledad.

© Olga Liliana Reinoso

9 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Olga. a qioem recoem conozco por este exceñemte `poema construido como un sepulcro, con ese espléndido pedestal. Si algo se puede elegir de esta totlidad, palabra y monumento (resto, recuerdo, en latín), "elijo la intemperie de mujer" y "se quedó en la cima del silencio
fatalmente apagada".
La dolorosa verdad ha hecho justicia pero ¿y lo demás? Para eso están los escritores, más tan cerca del viernes ¨santo, cuando el nombre de la mujer de tu epitafiotiene origen y como dice Teresa de Jesús "ya no durmásis, no durmáis, que Dios falta de la tierra" Felicitaciones.
Isabel Llorca Bosco

20.4.11  
Anonymous Anónimo said...

Fah, ¡qué poema! Me pegó fuerte. Me dejó knock-out. Gracias por ello.

Jorge Luis Estrella

20.4.11  
Blogger Liliana said...

Gracias, Isabel. Soy muy llorona, así que imaginate... Gracias!!!!!!

20.4.11  
Anonymous milagros rodriguez said...

Un poemazo Olga Muy original ¡Te felicito!

20.4.11  
Anonymous eduardo.s.chaves@gmail.com said...

Olga
como siempre, tu voz que delata viejas historias de dolor en corazones de mujer que no siempre se recuerdan. Poeta y justiciera, admiro cada una de tus palabras. Eduardo Chaves

21.4.11  
Anonymous Pauli said...

"María Manos de Falda Acampanada ... Santa María de la Soledad", qué bellos apóstrofes. Es un hermoso poema, lleno de ternura y emoción.

21.4.11  
Blogger Liliana said...

Gracias, de corazón. En nombre de todas las mujeres maltratadas. Abrazos.

21.4.11  
Blogger galáctica said...

Un poema conmovedor, un alegato y a la vez un golpe al corazón de todo ser humano. Excelente, con esas imágenes que contraponen el goce y el dolor, de contraste desgarrador. Saludos poéticos Irene Marks

23.4.11  
Anonymous Anónimo said...

Hermoso poema, Olga!!!!. Conmueve la potencia de su bello decir, el desamparo de esta intemperie de mujer, el terrible silencio final, la impotencia, la soledad. Ojalá bastara la denuncia de la poesía para borrar ese epitafio!!. Un abrazo. Amalia Zacoutegui

25.4.11  

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