1.5.11

Poema de Anny Guerrini


Una gaviota abate sus alas
y las sombras cierran las puertas
al murmullo del día.
Se apaga la lámpara
que ilumina un destino de mentiras
y en los ojos de la niña
quedan sin respuestas los olvidos.
Una canción que sabe a sal
se abandona en la arena.
Sus huellas se pierden a orillas de ese mar
que desconoce y la nombra.

© Anny Guerrini

8 Comments:

Anonymous Anónimo said...

celebro la delicadeza de tu palabra, exquisito estilo. susana zazzetti.

1.5.11  
Anonymous Anónimo said...

Anny querida, qué buen poema, como es tu costumbre y esa maravillosa fotografía que acompaña. Bravo!

Lily Chavez

2.5.11  
Anonymous Anónimo said...

Tanta melancolía... esos olvidos sin respuesta.

3.5.11  
Blogger Tony said...

Hermoso Anny, muy logrado. Un abrazo. Antonio.

4.5.11  
Anonymous Anónimo said...

Qué bello y sutil es este poema!.Una y otra vez emerge eso imposibilitado, truncado, interceptado antes de tiempo. Antes de poder conocer con claridad,transitar lo que la nombra, antes de tener respuestas. Me quedo con una sensación de desasosiego inevitable cuando "una gaviota abate sus alas".
Un abrazo!. Amalia Zacoutegui

6.5.11  
Anonymous Anónimo said...

Bellísimo
lírico
sutil
desde graciela abrazo

6.5.11  
Blogger Adriana said...

Poema ambiguo y doloroso. El mar -la vida- nombra, y así reconoce y da existencia al nombrado. Muchas gracias. Adriana Maggio

7.5.11  
Blogger Ana Romano said...

Creo que la imágen de la gaviota que abate sus alas, es tan fuerte que abre las puertas de este bello y doloroso poema.
Ana Romano.

5.6.11  

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