Poema de María Teresa Andruetto
Mazamorra
Deja los granos de maíz en remojo toda la noche.
Ellos desbordarán su carne mientras tú
duermes, o sueñas, o gozas.
A la mañana siguiente, cuando los que esperan de ti el alimento se hayan ido, ponlos a cocinar.
No te pido que los coloques en un cuenco de barro
ni que los hiervas sobre un brasero en el patio,
porque esos sortilegios nos han sido vedados.
No tengas miedo: los granos no excederán su punto fácilmente. Y en cambio, ten paciencia: les llevará tiempo hacerse tiernos.
© María Teresa Andruetto
12 Comments:
sin dudas una clase de cocina y literatura
saludos
Anahí Duzevich Bezoz
me gustó mucho^ ma. teresa^^^
buhamente^^^
m.e.
Excelente poema, tierno como los granos cocidos, mágico en su sencillez, hogareño como lo que evoca. Fue un placer leerlo. Muchas gracias. Adriana Maggio
Que tesoro de ternura
Abrazos
Marta
Tiene amor de familia y a mí me retrotae a días de ternura y belleza total, va un tierno abrazo
Betty
Genialidad pura, la ternura llega despacito pero llega.
abrazos
Elisabet
Para sacarse el sombrero, María Teresa. Muy bello...
delicioso poema! cada vez que te leo siento la historia de la familia, de una u otra forma.
están los olores, los sabores, manos delgadas, cucharas de madera, cacerolas, delantales, el tizne de la leña, la cocina económica... toda, toda la historia fluye
gracis
un beso, francisco
que decir que no sa ha dicho, poesía!!
Me encantó.
Stela
Me encanta. En estos versos-granos de maíz brilla lo simple y bello, esas maravillas de lo cotidiano, esas perlas de entrecasa. Un abrazo.
Para el hambre del corazón y el estómago un manjar sutil e intenso. Bravo.
Claudio Simiz
poemón!; genial Andruetto, como siempre: chapeau, Roxana
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