Poema de Marina Cecilia Kohon
de los territorios inasibles a la vera del Limay…
Entro por las fisuras
al territorio inalcanzable de la infancia
como se intenta alcanzar la nube
igual de obstinada
aunque desaparecerá entre los dedos
esa pequeña imagen de mí que se ha ido.
No álamos junto a ese tramo del Limay
ni hojas crujientes en el bajo
no hadas de tules, no tortugas gigantes
cruzando la chacra -a paso de hartazgo- bajo el sol de las bardas
no hermanos escondidos en de los galpones
ni acertijos sobrevolando el chasquido de las piedras
no duraznos como soles
ni uvas, esos almíbares de abuela
entrándome y danzándome la nuca,
tampoco canteros de azucenas ni monstruos pertrechados
detrás de los manzanos
son sólo giros en la hamaca estática del tiempo
de una nena que juega juegos de a uno
y observa, distante
con su tercer ojo.
© Marina Cecilia Kohon
8 Comments:
Hermoso texto, Marina. Me trajiste aromas y colores de mis años en el Comahue...
Una belleza tu poema, el final despierta esperanzas.
besos
Elisabet
Esa niña sabia, que observa el mundo...me enterneció esa niña interior escudriñando la vida...un abrazo, María Chapp
Me alegra Eduardo, es una tierra a la que siempre es hermoso volver, no?
Gracias Eli!
María, gracias por tu mirada, otro abrazo para vos.
creo que al crecer perdimos la mirada natural sobre las cosas...
Muy bueno Marina!
seguro, que vemos distinto, por eso me gusta hacer el ejercicio de tratar de recordar cómo veía... Gracias por tu paso Claudia, un abrazo.
El territorio de la infancia, tan vasto y tan nuestro.Abrazos
Rosa Lía
Rosa, y tan nosotros, porque nuestra esencia es la misma, no? Gracias por tu paso, otro abrazo para vos.
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