19.8.06

Poema de Olimpia Bordes


REFLEXIONES


Qué extraño mundo éste que me envuelve,
qué extraños este ritmo y esta idea,
imperceptiblemente el tiempo ha transcurrido
y la escena es distinta y es ajena.
Qué fue de aquel rostro y de aquel sueño,
de aquellos ojos que miré al pasar,
de aquel amar que sólo amaba
sin más que amar por amar.
De aquella puerta sin cerrojo,
de aquel creer sin dudar,
de aquellos zapatitos que esperaban,
de aquella ingenuidad…
Qué fue de aquella larga sobremesa,
de aquel buzón con cartas anheladas,
de aquel lento danzar en un abrazo…
y la palabra dada con honor…
Raudos caudales de violencia,
muros impenetrables de impiedad,
grito y clamores que a nadie importan
prisa y más prisa….¿dónde hay que llegar?
Vertiginoso mundo computado,
amor por secreción de feromonas
clonación de cuerpos….¿ y de almas?
romances virtuales, e-mails, fax…
Este andar viviendo sin paz ni reposo,
buscando un sentimiento, una emoción,
intentando encontrar una sonrisa
en la maraña adusta del afán.
Sentir que el torbellino me arrebata
y me envuelve en el asombro de este hoy
como en una aventura sin retorno,
tratando de saber adónde voy…

© Olimpia Bordes

5 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Reflexionar adónde vamos, qué queremos a veces duele.
Bello poema Olimpia.
Un abrazo Gus.

19.8.06  
Anonymous Anónimo said...

Hermoso poema, tal vez sea fácil de sentir su contenido si se ha vivido el tiempo en que el amor era algo para sublimar y no para abaratar anteponiendo el sexo, cuando había más tiempo para el pensar y el sentir. Las máquinas que actualmente fascinan a los jóvenes no tienen alma. Felicitaciones a la autora.

25.8.06  
Anonymous Anónimo said...

Hermoso poema. Tal vez sea fácil sentir su contenido por personas que hemos vivido el tiempo en que el amor era algo para sublimar y no para abaratar partiendo del sexo, cuando había más tiempo para el sentir y el pensar.Felicitaciones a la autora.

25.8.06  
Blogger Lidia Gaytán said...

que hermoso explayarse así de la vida misma, aun y con ese dolor de no saber que somos y a donde vamos, tratando de buscar simplemente el sentido a esta vida que en ocasiones se vuelve caótica.
Saludos,
Lidia Gaytán

28.8.06  
Anonymous Anónimo said...

David Antonio Sorbille dijo...
Olimpia desnuda la realidad con una excelente metàfora del tiempo. Su poesìa convoca a la admiraciòn y a una profunda reflexiòn.
Afectuosamente.

2.9.06  

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