31.10.06

Poema de Roxana Palacios


Demasiado ruido en este cuarto,
no sirve de nada prestar atención a mis manos bajo el agua tibia,
ni a los barcos que rozan la persiana, llenos de cables y gorriones en esta
época del año,
ni a la columna de humo entre los labios y hasta los pulmones,
tan inofensivo ahora que lo he tragado.

Alguien, desde otra habitación, me llama a mis deberes.
Alguien escuchará mis pasos y mi voz.

Puede ser un niño, puede ser un hombre.

Lo cierto es que seco mis manos, devuelvo el humo al aire, contesto.
Camino en dirección a los mismos escalones que usaba mi madre, lenta y grave, para
responder algún llamado.

Conozco estos objetos pero no voy a describirlos,
he decidido ser lenta y grave,
nada de signos que perturben a los positivos.

No voy a romper ningún continuo, no voy a tejer ni destejer ninguna trama,
he decidido transitar los escalones de mi madre, hoy, y tragar esta textura de columna
para enjabonarme en el cuerpo,
mañana,
quizás con menos ruido,
un poema.


© Roxana Palacios

4 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Bello poema Roxana, conmueve...
Un abrazo Gus.

31.10.06  
Anonymous Anónimo said...

Y este es un poema Roxana
me gustó leerte
desde graciela abrazo

31.10.06  
Anonymous Anónimo said...

David Antonio Sorbille dijo...
Maravilla de creaciòn al servicio de un poema que juega con el tiempo y resume el acto de vivir.
Un gran saludo.

1.11.06  
Anonymous Anónimo said...

ME ha conmovido muchisimo, y me dejó esa impresión de abandonar una vida propia para posar los pies y el alma sobre los pasos y el alma de un ancestro.
me quedé triste. Con una sensación de renuncia, de ausencia y de tristeza.

saludos!

3.11.06  

Publicar un comentario

<< Home