Poema de Bibi Albert
DESDE ACÁ
Miro el mar.
El mar no está,
yo no estoy,
pero miro el mar.
Me dice cosas.
Me dice: vos tranquila,
nada cambia del todo,
más furia o menos furia
soy el mismo,
y donde estés estoy,
y estoy donde no estés,
siempre en tus ojos,
no hay tiempo, no hay distancia,
no hay lugares:
la vida es una sala
de cine gigantesca
y vos espectador, proyectorista,
actriz o pochoclero.
Miro el mar.
El mar me mira.
Tengo el pelo yodado
y un vestido de nácar y de algas
y un tatuaje gaviota en la mejilla,
y él tiene mis anillos, mis pulseras
en sus manos pianistas.
Cómo no ser
la más hermosa
de todo el universo
cuando al mar le pregunto,
cuando el mar es mi espejo
de cartera.
© Bibi Albert
Foto: Gustavo Tisocco
3 Comments:
Preciosa interacción mar/mujer que deja un sabor a esos amores cruciales...
Bello Bibi!
Un abrazo Gus.
Como en pantalla sinfín se recrea la mirada por el inmenso mar tan lleno de su forma y del amor de los dos.
Precioso poema.
Sonia
¡Bellísima tu pintura, Bibi!
Gracias por compartirla con nosotros.
Cariños
María Rosa León
PD: Bellísima la foto de Gustavo, también
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