Prosa de Roxana Palacios
Me asomo a un comienzo de dos puertas que insisten su conexión con lo imposible. Nunca lo he visto, sin embargo, llevo sus marcas en el cuerpo. Hombres y mujeres devoran el aire desde un túnel, se reintegran en miradas, en búsquedas. Tal vez yo misma no hago más que reintegrarme en esta búsqueda.
La espera en una manía, un modo de recordar. Oigo mi propio nombre desde un diálogo de intentos, mi nombre en el contrabando de un mediodía sin señales.
El visitante ha pactado con lo inmediato, se acerca a la tierra del fin de los viajes: no hay más secreto que acostumbrarse a la figura humana.
El visitante no me toca, sin embargo, llevo sus marcas en el cuerpo.
© Roxana Palacios
Foto: Gustavo Tisocco (Jardín Botánico de Buenos Aires)
5 Comments:
Bello poema con cierto misticismo, un abrazo Roxana, Gus...
Que nice página. Bien por el arte.
Saludos. Espero que sigas adelante.
Muy bello tu poema, Roxana. Gracias por compartirlo con nosotros.
Cariños
María Rosa León
bello poema
Erika
David Antonio Sorbille dijo...
Como siempre, tus poemas son una muestra de excelso lirismo. Te felicito.
Publicar un comentario
<< Home