Poema de Jorge Hirch

Esta primavera que se inicia en tus ojos
deja los primeros capullos
adornando las ventanas del alma.
Una luz intensa,
conquista los rincones
donde anidan mis manos perdidas.
Cálida experiencia,
volver a despertar
en un mundo de sensaciones olvidadas.

Sentir la brisa
jugar con los pensamientos
que se mecen en tu mirada profunda.

El sol ya no lastima,
la noche abre el espacio
al lenguaje mítico de las manos.

Rodear tus límites y volar,
contemplarte hasta que los pájaros
aniden entre besos.

Sentir los cuerpos entrelazados
rezagando el día.

© Jorge Hirch