Poema de Roxana Palacios
Trenes
Una luz helada sobrevive,
ronca, se diluye, habla de lo que hay ahora:
el cielo acuchillado, el agua en los durmientes,
la agonía serena de un rayo sobre la montaña;
habla de la estúpida cara de la luna, de un aire con aceite
donde los pájaros no hacen más que resbalar,
la inconsistencia del fruto,
esta manía de los árboles de brotar en primavera.
Tren detenido, la tarde es una mezcla de escombros y de viento,
un chico escuálido se balancea boca abajo en una rama,
cerca de la hembra con cría.
La manada camina, trota, con dificultosa lentitud.
Atrás los vagones, el óxido sobre las preguntas.
Caminás, corrés con dificultosa lentitud,
el chico escuálido traga los escombros,
la inconsistencia del fruto,
la estúpida cara de la luna,
no hace más que resbalar en el aceite,
no hace más que arrancar piedras desde las tripas de la hembra.
El tren recupera movimiento,
la noche en un páramo de voces,
el chico escuálido levanta la luna con la mano,
la guarda boca abajo en el aceite,
se achica.
© Roxana Palacios
5 Comments:
Con cierta denuncia, cierta magia nos dejas aquí pensando Roxana.
Un abrazo Gus.
"esa manía de los árboles de brotar en primavera..." Bellísimo tu poema, Roxana. Es un placer encontrarte y leerte.
Un cariño grande
María Rosa León
Buen poema, encantador.
Erika
Bien Palacios!!!
Estás en medio del poema. Hermoso y triste, como a mi me gustan.
David Antonio Sorbille dijo...
El paisaje habla por si sólo. Se desgranan tus versos como en los rieles de la vida.
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