Prosa de Sonia Quevedo
SEPIA
Entre tonos de sepia y sueños, silenciosa caminaba lento tratando en vano de alcanzar ausente su mirada triste.
Adormecido el corazón ya no latía perdiendo la piel lo satinado, al desgonzarse el cuerpo por completo.
Lenta la noche entró con los recuerdos, las lágrimas y el dolor por lo que un día fuera su alegría; pudiendo sentir en ese instante, la ausencia, lo dulce, lo tierno y lento del abrazo.
Pasado el tiempo, se fue entre tonos de sepia, escarcha, brisa y niebla; sintiendo el último roce de las pieles suaves antes de quedar completamente yertas.
© Sonia Quevedo
2 Comments:
Poema de despedida que duele, que lastima...
Un abrazo Gus.
Muy bello tu texto, Sonia, con toda la fuerza del dolor de ausencia y con una factura perfecta.
Un cariño grande
María Rosa León
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