Prosa de Fernando Trejo
Recuerdo. El olor de sus bragas incita nuevamente a este vaso roto. La pared se reprime y escurre la sangre y mancho mi hospital de cráneos. Compongo con mis más de mil costumbres de arreglar muñecas para niñas. Sus brazos, sus anteojos, sus pinturitas de rojo corazón. Recuerdo. El sabor de sus tetas caídas hasta el fondo no parecen llorar más de lo lamido. El solo sol de lado estoca todas sus partecillas. La bruta mujer alienta sus oraciones.
© Fernando Trejo
3 Comments:
Erótico hasta despiadado texto Fernando, un abrazo Gus.
Recordar con todos los sentidos y expresarlo poéticamente, Fernando, creo que es la síntesis de este poema.
Un cariño grande
María Rosa León
Fuerte, impactante , nada convencional. Maravillosa la producción visual de Gus. Acompaña este poema espléndido.
MARITA RAGOZZA
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