Poema de Luis Benítez
¡OH! TRAE EL VINO NEGRO
¡Oh! Trae el vino negro,
que lleva su bosque, la tierra con muertos y vírgenes
..... cegadoras
en un caudal desesperado hasta mi boca,
él mezcla la sangre y el semen del hombre para darle
..... un hijo de mirada turbia.
Quiero los ojos de fuego y de mareas,
que no dejan entrar la muerte a mis palabras,
pero me acercan con alas de mojados papeles
a la risa hueca de mis huesos,
compañeros únicos y fieles en los años navegantes
que bajaron del útero conmigo, a este mundo de
..... chinches y desgracias.
Trae el vino negro con tapón de seca calavera
que me hace oír en los cuartos vecinos
pianos tocados por mi espectro,
mientras el tiempo transcurre despacio entre los dedos
y puedo jugar con él y con sus rudos templos
..... bailarines.
Sólo así puedo mirar tranquilo el mundo de la noche,
mientras el seco rostro del amor
me apaga lentamente cigarrillos sobre el estómago
y la garganta que pronunció su nombre se hace una
..... cisterna,
donde chapotean ranas, triángulos, confusos centauros
..... en desorden.
Trae el vino negro.
Esta noche quiero a todos mis fantasmas en las venas
Ellos despertarán con sus besos,
la gloria, en nuestros entristecidos corazones.
© Luis Benítez
4 Comments:
Esos fantasmas que nos habitan, que nos dejaron un tiempo mejor...
Un abrazo Gus.
Me conmovió mucho tu poema, Luis, con esos fantasmas que nos devuelve a veces el vino. Como siempre te digo: leerte es una fiesta.
María Rosa León
Ah, Luis, qué honda tristeza llega en tus fantasmas que son los de todos... y en ese vino negro que imprime claridad a nuestro nocturno ser transformado en verdadera poesía.
Gracias!
Emilce Strucchi
Que alegría reencontrarte Luis
después de tantos años!, hemos compartido mesas de lectura en la Feria del Libro y en el "Montserrat", recuerdas?
Felicitaciones por tu poema!
un abrazo,
Elisa
Publicar un comentario
<< Home