Poema de Sergio Borao Llop
Relojes
Todos los relojes de la casa están parados.
Unos se detuvieron
hace ya mucho tiempo
en el páramo angosto
de una juventud ida
sin lágrimas ni estrépito.
Otros fueron dejando
de latir poco a poco
como templados bueyes
que se acuestan y duermen
su estirpe fatigada.
El último rompióse
al filo de un otoño
que el olvido atesora.
Desde entonces, mis ojos
permanecen anclados
en las saetas muertas
-detenidos con ellas
repitiendo el instante
como una foto vieja
con los bordes quebrados-
© Sergio Borao Llop
8 Comments:
Reloj como marcador de la vida, de lo que fue y será.
Un abrazo Gus.
Sergio: algunos relojes tiene tristes trascendencias.El de mi padre quedó clavado a la hora de su partida. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.
Muy romantico, muy bonito, todo que yo no pensaba encuentrar. Grande abrazo e bravo !
Me parece un poema excelente.
Una gran metáfora sobre la vida, no carente de una típica nostalgia argentina, traicioneramente melancólica y dulcemente trágica.
Excelente tu poema, Sergio. Toda una analogía del paso de la vida y con las hermosas imágenes de los relojes detenidos en distintos momentos. Como siempre, leerte es un placer.
Un cariño grande
María Rosa León
Muy buenas imágenes, querido Sergio, me agradó leerte.
Un cariño
Analía
Gracias, amigos, por sus generosas palabras, que ocasionalmente rompen esa monótona inmovilidad de los relojes inútiles.
Un abrazo.
Sergio
Sergio; por demás certero en el decir poético tu poema.
Me conmovieron especialmente ciertas metáforas que usaste con una claridad y justeza increíbles:
"...desde entonces mis ojos
permanecen anclados
en las saetas muertas..."
Un impacto directo para festejo de los sentidos.
Felicitaciones,
Graciela Bucci
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