Prosa de Gladis Moine
En un sillón a la ventana mira el calor del sol.
No ve el frío de la calle. El vidrio se va pintando de gris. Sigue mirando cómo se colorea de luna. Entonces ella sonríe. Despiertan los rincones de la casa y comienza a dar vueltas y vueltas en pasos de vals. Cada lugar guarda distintos olores, sabores, pasiones, lágrimas, risas que van y vienen, juegan, bailan. Se enredan cuerpo y sombra . Tenues luces tallan su imagen sobre paredes adornadas por la noche.
El alba, caballero luminoso, la invita a contemplar el frío calor del silencio.
© Gladis Moine
5 Comments:
Se percibe la nostalgia y el silencio...
Bello Gladis, un abrazo Gus.
Gladis: las casas deben llevar el recuerdo de sus horas vividas y, como dice el poema, .. despiertan los rincones.Lindo y nostalgioso poema. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.
Un poema lleno de belleza y recuerdos entrañables...Un gusto leerlo.
Un poema lleno de belleza y recuerdos entrañables...Un gusto leerlo.
Muy bello tu poema, Gladis. Me gusta cómo trabajás las ideas con imágenes sensoriales muy ricas. Y esa sinestesia final: "el frío calor del silencio..." ¡de antología!
Felicitaciones y un cariño grande
María Rosa León
Publicar un comentario
<< Home