Poema de Daniel Chirom
Caminante de las islas
sombra
costa verde
agua dulce
murciélago
duermevela
ojos rasgados
pasmados
sedientos
El viento
una encrucijada
una estela
aire nuevo
mar voluptuoso
batuque atávico.
Pies descalzos
en la arena
manos abiertas
en el lodo
cuerpos blancos
en un paraíso.
La mirada vuela
olfatea
gime.
El cantón, la isla
la ciudad-luz
la catedral
los brujos
los tabacos dorados
la espuma de aguardiente
la nieve eterna.
Ahora la faena
parpadea
los bananeros
sincopan
los mangos
alborotan
el musgo
de Venus.
Ahora la patria
no tiene fin
es el cielo
un disco rojo
una luna menguante
el rocío
un animal solitario
la llanura desbocada
una isla de insaciables pupilas.
Gallos
de todos los confines
cazadores del arco iris
América los sueña
Europa los devora.
Pero Wilfredo
enciende el arpa
y los juncos parten
hacia una nueva vida.
© Daniel Chirom
2 Comments:
Original poema Daniel, un abrazo Gus.
Historia, magia y leyenda, conjugados en tu bello e inteligente canto, Daniel.
Felicitaciones y un cariño grande
María Rosa León
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