Poema de Edna Pozzi
El blanco pastel con sus cúpulas de azúcar
en el día de los miserables.
Corríamos por las calles con la ofrenda inmaculada
hasta la casa donde había pulgas
entre niños morenos y rotosos
y el agua se buscaba en canillas lejanas
y un bebé caía en montañas de estiércol
y nosotros, madre
dioses gitanos y malolientes
sin iglesias ni sombras ni ataduras,
¿éramos los portadores del misterio
los graciosos dispensadores de dones
con el blanco pastel
en el día de los miserables,
el tierno pastel robado por tu frío coraje
en la casa rosada de la colina,
la casa con visillos de encaje
y muñecas de porcelana?
Oh, madre, madre,
en el extremo de la dulzura
y la severa justicia de los días.
© Edna Pozzi
7 Comments:
Dolor y belleza en este impecable poema Edna.
Un abrazo enorme Gus.
¡Qué maravilla tu poema, Edna! Como ya nos tienes acostumbrados.
Felicitaciones con mi afecto y admiración
María Rosa León
Los opuestos manejados magistralmente. Una delicia leerlo, y varias veces.
MARITA RAGOZZA
Poema de Edna Pozzi
Hay un dolor con un dejo de melancolía que atrapa la ternura.
Gracias por la belleza de tus letras.
Un abrazo.
Gladis
Edna: esos tres versos finales son un cierre magnífico. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.
Un poema profundamente estremecedor, impresionante, que provoca tantas cosas en el espíritu...
José Manuel Solá
Edna: No se puede leer el poema sin lágrimas.Bello, muy bello.
Víctor hugo Tissera
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