10.6.08

Poema de Edna Pozzi


El blanco pastel con sus cúpulas de azúcar
en el día de los miserables.
Corríamos por las calles con la ofrenda inmaculada
hasta la casa donde había pulgas
entre niños morenos y rotosos
y el agua se buscaba en canillas lejanas
y un bebé caía en montañas de estiércol
y nosotros, madre
dioses gitanos y malolientes
sin iglesias ni sombras ni ataduras,
¿éramos los portadores del misterio
los graciosos dispensadores de dones
con el blanco pastel
en el día de los miserables,
el tierno pastel robado por tu frío coraje
en la casa rosada de la colina,
la casa con visillos de encaje
y muñecas de porcelana?

Oh, madre, madre,
en el extremo de la dulzura
y la severa justicia de los días.

© Edna Pozzi

7 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Dolor y belleza en este impecable poema Edna.
Un abrazo enorme Gus.

10.6.08  
Anonymous Anónimo said...

¡Qué maravilla tu poema, Edna! Como ya nos tienes acostumbrados.
Felicitaciones con mi afecto y admiración
María Rosa León

11.6.08  
Blogger Avesdelcielo said...

Los opuestos manejados magistralmente. Una delicia leerlo, y varias veces.
MARITA RAGOZZA

12.6.08  
Anonymous Anónimo said...

Poema de Edna Pozzi

Hay un dolor con un dejo de melancolía que atrapa la ternura.

Gracias por la belleza de tus letras.

Un abrazo.

Gladis

20.6.08  
Anonymous Anónimo said...

Edna: esos tres versos finales son un cierre magnífico. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.

24.6.08  
Anonymous Anónimo said...

Un poema profundamente estremecedor, impresionante, que provoca tantas cosas en el espíritu...

José Manuel Solá

29.6.08  
Anonymous Anónimo said...

Edna: No se puede leer el poema sin lágrimas.Bello, muy bello.
Víctor hugo Tissera

21.8.08  

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