14.10.08

Poema de Luis Benítez



ENTONCES, EL CANTO...
Cruza tu voz los círculos del sueño,
como si un dios antiguo te cerrara la boca,
¿detrás de qué otros cantos
sin estela en qué aguas?
Es de día en tu sueño bajo un sol diferente,
sonámbula a la vez en la orilla y el centro.
Oh no despierten a la elegida
en las profundas gargantas de las cosas,
que nadie, cruzando la habitación,
salte dentro del sueño
por caer en sus huellas sobre cuáles caminos;
nadie, ni los sonidos ni mi mano,
que existen en donde existe el tiempo,
agreguen sus llaves al enigma;
no cantas, eres tú la cantada.
En la mañana ardiente de los ojos cerrados,
escucha los susurros, las vetas minerales,
acaricia las sombras, reclama otra estatura,
la trae hasta los hombres.

© Luis Benítez

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

El poder y el alcance del canto, de la voz del poeta... Todo un tema!!!
Me encantó tu poema, Luis.
Felicitaciones y un fuerte abrazo
María Rosa León

15.10.08  
Anonymous Anónimo said...

Luís: Un poema comprometido que me encantó leer y disfrutar.
Víctor H. Tissera

21.10.08  

Publicar un comentario

<< Home