Poema de Flavio Nicolaevsky
LOBO
Me dijo
No reveles tu vida hasta que te hayas vaciado
ya estoy vacío
le dije
Me dijo
No te confundas, hablo de otra cosa
no entiendo
le dije
Me dijo
Ya sé
entonces ayudame
le dije
Me dijo
Voy hacerte un regalo
qué
le pregunte
Me dijo
Después
cuándo
pregunte
Me dijo
Después
ya me lo dijiste
le dije
Me dijo
Después del tiempo
y eso cuándo es
le pregunte
Me dijo
Ya te vas a dar cuenta
dame una pista
le dije
Me dijo
Cuando se junta el final con el principio
y como me voy a dar cuenta
le pregunte
Me dijo
Eso ya te lo dije
Y se fue
Me quede pensando
Creo que por mucho tiempo
Y poco antes de la noche
retiré todas las balas de plata del cargador de mi revolver
Y me fui
debajo de la luna
a esperar
© Flavio Nicolaevsky
7 Comments:
Flavio querido, me gusta la armonía de este poema, la distancia que lo separa de otros, la palabra que trae una reflexión personal a cada uno. Es muy bello, me encantó.
Lily Chavez
Bueno, también a mi me gustó, esta
especie de diálogo, de idas y vueltas que has generado poeta, me pareció un texto magnífico. Felicitaciones!
Anibal.
Flavio, si tuviera que reunir algunas de las impresiones causadas por tu poema, nombraría en primer término: el reconocimiento del "otro", luego, esa sutil combinación de conciencia, intuición y silencio, trabajándonos por dentro y como cierre, la aceptación de una expectativa siempre por descubrir, tal vez cuando se juntan los extremos. Muy buen poema.
Abrazotes
Eli
La señal del otro, hizo que giraras a 180 grados.Lo importante es que estabas atento.Eso.Y lo plasmaste con la palabra. Felicitaciones!!
la ansiedad en la busqueda de las respuestas y la espera, esa espera que siempre dura más...
Un abrazo
Flavio mi alma de prosista se regocijó con tu poema. Casi , casi un cuento (con diálogos y todo) Hermoso y creativo.
Flavio
un interesante trabajo literario, un poema que cuenta una historia con el estilo de las fábulas. Felicitaciones por el riesgo, un logro que no es fácil de alcanzar y que no muchos escritores tienen el valor de afrontar.
Eduardo Chaves
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