Poema de Gabriela Delgado
Patricios, sin tren
.....“Pienso que al fin ha llegado el momento
.....de decir adiós a algunas presunciones,
.....de alejarse tal vez y hablar otros idiomas
.....donde la indiferencia sea una palabra obscena...”
.........................Mario Benedetti
Se asoma un rayo de sol por el ojo de una chapa perforada.
Ilumina un viejo galpón, donde hasta no hace tanto
se construía la historia de un pueblo.
Sin un antes, apareció un camino. Líneas de acero y humo.
Prometió semillas de futuro y germinó la vida.
En torno al galpón, a la estación y a las esperanzas.
Los brazos se hicieron fuertes a fuerza de yunque y brasas,
a costa de días ardientes y noches heladas.
Trabajo de soles y lunas, círculo incansable
reparando el corazón de cada máquina.
No hace tanto la última locomotora
partió llevándose a la fuerza el futuro.
Se apagaron las brasas, se enfrió el sudor.
Los fantasmas del olvido se instalaron.
Restos de engranajes atestiguan que allí hubo vida.
Hoy esqueletos del pasado.
Un pueblo de piedra mira el horizonte derretido de ira,
esperando que la llegada de una máquina les devuelva el viento.
Pero... ¿a quién le importa si pasan los días,
las semanas, los años? El pueblo sigue de piedra,
las manos vacías, la mirada herida. No son noticia.
Pero se mueren de a poco, faltos de camino.
Sin un después, destino trunco, abandonado.
© Gabriela Delgado
Foto: Gustavo Tisocco (Colonia del sacramento -Uruguay-)
4 Comments:
Hermoso, es un placer leerlo y si nos hubicamos en esa estación sola y abandonada, nosotros también sentimos que somos parte de ese paisaje desolado. Besos de Alicora.
Una maravilla de poema, Gaby.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Se siente este poema Gaby.
besos
Elisabet
David Antonio Sorbille dijo..
Hermoso poema, Gabriela. Es una maravillosa descripción sentimental.
Publicar un comentario
<< Home