17.3.09

Poema de Roberto Reséndiz Carmona


Hay un dolor

Hay un dolor que ebrio la recuerda
sedienta
en el reloj de arena
colgada de la historia
en el marco del templo
en las columnas de granito.

El viento se hace pluma
besa la oscuridad de los cipreses
los huesos esparcidos
el bálsamo de la larga ciudad
arropada en las cuerdas de siete violonchelos
en clandestinas palomas de viaje hacía el poniente.

Grisáceo
muerde la última frase de la infancia
define el cinturón de estrellas en el cuadrante de Perseo
imanta cristales
turquesas precipitadas
al fuego envejecido a fuerza de nombrarlo.

Hay un dolor que la recuerda ebrio
es canasto con frutos y manzanas verdes
tripulantes ácidos que desafían al movimiento
a la absurda distancia
del camaleón sobre la piedra.


© Roberto Reséndiz Carmona

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¡Muy bello tu poema, Roberto! Excelentes tus imágenes sensoriales.
Felicitaciones y un abrazo
María Rosa León

18.3.09  

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