1.6.09

Poema de Graciela Wencelblat


Reconoce en la morada
el calor de letras escondidas
golpea para que salgan
cansada de tanto silencio

habla a duras penas
cargada de néctar

tanto dulzor ahoga

sonríe con un ramito
-violetas desdentadas-

señal de su amor por los abismos
esa vieja costumbre.

© Graciela Wencelblat

12 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Yo siempre separo al poeta de la persona pero con vos se me hace imposible y le digo a la una que son ambas que me resulta absolutamente entrañable.

Jorge Luis Estrella

1.6.09  
Blogger Avesdelcielo said...

¡Esas palabras de Graciela, hoy dulces, otras no tanto, nos dejan su rico mundo para embellecer el nuestro!
MARITA RAGOZZA

2.6.09  
Anonymous Anónimo said...

Me sucede un poco como a Jorge...sos tan entrañable, tan brisa, que me quedo encajada en tus versos, sumergida en tu nostalgia y salgo bañada con tu cálida voz de verso.

Un abrazote.

Lily Chavez

2.6.09  
Anonymous Anónimo said...

Leerte y escucharte siempre es una fiesta, Graciela.
Un beso grande con mi afecto y admiración
María Rosa León

3.6.09  
Anonymous Anónimo said...

querida graciela...en el perfume de la poesia esta la verdad que nunca engaña. un abrazo,maria del mar

5.6.09  
Anonymous Anónimo said...

Querida Grace, un transitar de violetas impregna tu letra, que cala con hondura y se reconoce en quien te lee. Te felicito.
cariños

Elisa Dejistani

6.6.09  
Anonymous Anónimo said...

Graciela

tu poesía nunca engaña el placer de leerla.
un beso
Anahí duzevich Bezoz

6.6.09  
Blogger Ricardo Juan Benítez said...

Para algunas personas con un talento singular, orillar los abismos sin vértigo es más que una vieja costumbre. Hermosa poesía, además, profunda.

8.6.09  
Anonymous Anónimo said...

Fantástico. Me quedo con algunas imágenes guardadas en lo más profundo de mi corazón. Gracias
Alicia Perrig

16.6.09  
Blogger Juan Carrizo said...

Excelente poema graciela,delicado en sus formas,con metáforas prufundas que son un deleite para los oidos

21.6.09  
Blogger Unknown said...

Hay una gran belleza en tu poema y además, cierta melancolía que atrae y emociona. Felicitaciones por esta melodía que se escucha en silencio. Eduardo Chaves

22.6.09  
Anonymous Anónimo said...

Cuantos ramitos de violetas desdentadas coleccionamos entre las tapas de un libro haciendo honor a esta vieja costumbre de pescar en los abismos.
Excelente Grace.
Gaby Delgado

27.6.09  

Publicar un comentario

<< Home