17.9.09

Poema de Augusto Casola


NAVEGANTE

Cuando la alta noche me embriaga del silencio
de almas peregrinas postradas de cansancio,
navego indiferente en sus tranquilas aguas
buscando más paisajes, devoro yo mil leguas.

En esa hora inquieta poblada de fantasmas
recreo el alarido que goza sus miasmas,
sin dios que me amenace, sin nada que consuele,
con la palabra muda del dolor que me duele.

La alta noche extiende a pleno su velamen
en busca de la brisa de voces que la aclamen
en eso tan inmenso tachonado de estrellas,
vaciedad de alturas sin que haya nada en ellas

Navega el navegante, cruza la noche entera
sin luna, sin estrellas, sin esperar espera
dormido en la alta noche
sin penas ni reproche
como el halo libre de un sueño indiferente
que sin querer sosiega la pena más doliente.

© Augusto Casola

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Augusto: Hay otro navegante que es el poeta, navegando sin cesar en el mar de la palabra, contra viento y tempestades y siempre avanzando.
Aplausos y un gran abrazo
María Rosa León

17.9.09  
Anonymous Anónimo said...

David Antonio Sorbille dijo...
El poeta también es intrépido ante las adversidades y tiene la fuerza de no claudicar. Excelente.

2.10.09  

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