1.12.09

Poema de Alicia Márquez



A manera de acápite:
En 1933, Abel Meeropol, norteamericano de origen ruso,
compuso una canción que se llamó “Extraña fruta cuelga
de los árboles”, que cantó, pese al temor, la
brillante Billie Holiday.
La canción habla del cuerpo de un hombre negro que cuelga de
un árbol, ahorcado por el Ku Klux Klan.

E
XTRAÑOS PECES APARECIERON EN LA COSTA

Extraños peces.
Extraños peces con capuchas.
Extraños peces, garabatos de lo que fueron
hombres y mujeres jóvenes.
Eran años feroces, aquellos años,
eran el 76 el 77.
Era diciembre, enero, febrero…
la sudestada los llevó hacia Santa Teresita,
Mar del Tuyú, Las Toninas.
Visite el partido de la Costa.
Los veraneantes se ponían bronceador
y jugaban a la pelota.
Y los extraños peces llegaban de a dos,
de a cuatro, de a cuarenta.
Inundaban las playas con algas en sus
cabezas, con caracoles en sus brazos
y torsos atormentados,
con sal en sus dulces párpados.
Todos los días los bomberos,
atentos al llamado de algún pescador aterrado,
recogían los extraños peces.
Y los llevaban al forense que tenía
un raro apellido: Dios.
Dios descubrió que los peces no
se habían escapado de las redes,
que tenían agujeros inexorables de bala,
que no habían sido depredadores del agua
los que los habían mordido salvajemente.
Y lo dijo.
A los tres días, inexplicablemente, Dios
murió en su cama. Toda su vida había sido un tipo sano, Dios.
Y los extraños peces seguían inundando
la costa.
Y fueron acumulándose en un galpón
siniestro.
Los veraneantes se quejaron del olor
nauseabundo que los enloquecía.
Era un olor oscuro, opaco, anochecido, secreto.
Entonces, como el turismo peligraba,
el intendente, que se llamaba De Jesús
hizo cavar enormes pozos
enormes pozos, enormes pozos
enormes pozos como memorias amnésicas
y ocultar allí a los extraños peces
de noche, en silencio, sin piedad,
sin un grito, sin una lágrima, sin justicia,
sin una mirada a las estrellas.
Todo fue en vano.
El olor se extendió por el país,
mientras algunos se ponían perfume.


© Alicia Márquez

13 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Un poema para pensar, gracias Irene.

2.12.09  
Blogger galáctica said...

Querid Alicia: Tu poema es una clara denuncia de la hipocresía de una sociedad que pese a sentir el mal olor, no investiga,sólo se preocupa , como dice Bertold Bretch, cuando el asunto les toca en carne propia.Excelente Irene Marks

3.12.09  
Blogger Tony said...

Querida pretexta: que contundente alegato. Hace cimbrar el alma. Nos duele en las entrañas la sin razón apenas sepultada. Un abrazo Alicia. Antonio.

3.12.09  
Blogger Juan Ricardo Sagardía said...

Al pie y al ojos, caiga quien caiga no interesa si lo denunciado es verdad y reflexion.
exquisito poema alicia.
desde aqui mi abrazo.


SANTOAMOR

4.12.09  
Blogger Juan Carrizo said...

Tengo familiares en Santa Teresita,me contaron casi todo lo que tu dices por eso sé que es real.Tu poema Alicia está lleno de imágenes muy importante me gustó el estilo

4.12.09  
Blogger Elisabet Cincotta said...

Aplausos Alicia!!!

besos
Elisabet

8.12.09  
Anonymous Emmanuel said...

Excelente, elocuente!

9.12.09  
Anonymous Anónimo said...

Bravo Ali
Poema de denuncia
profundo
valiente
creativo
aplausos
desde graciela abrazo

10.12.09  
Anonymous Anónimo said...

David Antonio Sorbille dijo...
Alicia, cuando te escuché leerlo me conmovió, y ahora tu poema me parece extraordinario.

16.12.09  
Anonymous Anónimo said...

Gracias a todos por los generosísimos comentarios. Me hacen bien.
Un abrazo a todos y Feliz Navidad!

Alicia Márquez

22.12.09  
Anonymous Anónimo said...

Querida Alicia: denuncia y memoria de una época de represión, sufrimiento y voces calladas, ahogadas.
Un caminar por la historia y magnífica forma de acompañarla con tu sentir.
Un enorme cariño.
Mirna Celis.

22.12.09  
Anonymous Anónimo said...

Alicia, tremendo tu poema, fuertísimo y tan vigente si lo llevamos a diferentes esferas actuales en las cuales el ser humano no es más que una cosa, mientras todo sigue como si nada pasara. Mis felicitaciones.
Juany Rojas

23.12.09  
Anonymous Anónimo said...

Un alegato de una época siniestra, que nadie ignora, aunque como bien expresaste en tu comentario a mi poema: "algunos se hacen los distraídos".
Bellísimo poema.

Un abrazo inmenso

Elisa Dejistani

24.12.09  

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