29.1.10

Poema de Diana Espinal


Al Régimen Usurpador:

Se ganaron el laurel de la calumnia
osados para la farsa
leales
ante la implacable melodia de cerrojos y puertas firmes

Fueron carnicería de labios y de rostros pálidos
nimbo amoratado
y
desapego de vientre materno

Sofocaron el aire
entrelazaron sus garras
y
desfilaron actrices gaviotas y actores tilapias

El nudo de la polarización
ato con ganas y apretó con fuerzas

!Fatuos de signos impares y batallas modernas... subastaron mamposterías quebradas por las balas!

Se ganaron el laurel de las tumbas abiertas
y un 28 de junio soprano

2009 año de la distancia
del camarada
de la columna vertebral y de la sangre que bombea aspiraciones

Se ganaron
un himno resonante de dolores
y un brote de héroes derrotados

Ensangrentada está mi patria
impasibles sus cinco estrellas

!De las silueta del verde olivo
aún nos queda
un mástil
y
una taza sin oreja!

© Diana Espinal Meza
Imagen enviada por la autora del poema

2 Comments:

Anonymous Chinca Salas said...

El poema nos lleva por el camino del merito de los laureles, viendo la osadia de la farse y la verdad donde ambas participan en el campo de la lucha, de la guerra dejando ver el reto de la fidelidad, lealtad que gana dentro de los ejercitos hombres de verdad para poder transitar por el camino de la victoria entre golpes, puertas cerradas, muros, fronteras donde se siente la asfixia ante el fraguar de la guerra y el sonar de las balas, el frio que corre por la columna ante la muerte, el reto en el combate, el olor de la sangre, el olor del sudor que mueve al hombre en la batalla por ganar en la guerra por amor a la patria donde se mueve una bandera, avanzando en el campo dejandonos ver el pasado en cada una de las lineas, el trote y escaramuzas de soldados con aspiraciones en medio del canto del himno que les mueve, no importa si les llaman heroe, es la fuerza que llevan, nos lleva al ruedo cargado de arena entre cornadas y sangre, triunfo en el campo de la guerra.
Felicitaciones, son extraordinarias sus lineas.
Chinca salas

29.1.10  
Anonymous Anónimo said...

Un valiente alegato contra los usurpadores.
Felicitaciones, Diana, y un beso grande.
María Rosa León

29.1.10  

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