18.2.10

Poema de Alejandro Schmidt


Algo había de mamá


Dije a la urraca

tenés algo que
me hace acordar a mi mamá

dije al vampiro
(temblaba, amanecía)

tenés algo que
me hace acordar a mi mamá

al lobo
a la esfinge
a un yuyo al lado del camino real

mamá, mamá, mamaaaaá

llamaba

pero en esa alcancía
y el viento de la noche
algo
algo encuentro de mamá.

Mientras cocía un guiso
de repollo y corazón
dije a mi madre
¿sabés?
tenés algo que me hace acordar
a mi mamá.


© Alejandro Schmidt

10 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Como la infancia es la patria del poeta, la madre es el primer entorno y la primer carencia a la que la memoria vuelve para gritar: mamaaaa!!!
Rubén Vedovaldi

18.2.10  
Anonymous Anónimo said...

Alejandro: bello es leerte; un poema con imágenes plagadas de ternura!
Un beso enorme.
Mirna Celis.

18.2.10  
Blogger Adriana said...

Me conmovió la búsqueda de una mamá que ni siquiera "es" la madre con quien habla, como si fuera una representación de lo que uno anhela, o teme. Requetebueno. Besos. Adriana Maggio

18.2.10  
Blogger Elisabet Cincotta said...

Es esa mamá que está en cada cosa de la vida. Bello
besos
Elisabet

18.2.10  
Blogger Gladys Acha y Sergio Soler said...

La madre. La esencia madre.
Qué alegría tan grande visitar este lugar tan lleno de magia.
Desde muy lejos, nuestros respetos a tantos grandes poetas y, sobre todo a la primer persona que logró hacerme llorar con una poesía, Gustavo.
Un abrazo enorme y la esperanza del reencuentro en algún confin, en alguna marathónica, en algún recodo. Como quien encuentra a la madre que dejó de serlo.

Nuestros saludos a todos.
Increíble poema.

18.2.10  
Blogger Silvia Loustau said...

Alejandro, un poema que trasmite un estado angustiante, pero también lo maravilloso.
Con mi admiración y afecto de siempre,


Silvia Loustau

19.2.10  
Anonymous ISA said...

Estima Alejandro,

Por bien logrado, en forma y fondo, digo que es de esos poemas que me cimbran. Una imagen, o la imagen del psicopompo se pasea entre esos versos y reaparece en posesión nocturna donde los pecados encarnan, los milagros florecen y los sueños son hamletianos. Un hallazgo interesante que me deja plena de luz y con deseos de volver a leerle. Un saludo, mi respeto, isabel

19.2.10  
Blogger Mónica Angelino said...

!EXCELENTE, ALEJANDRO!

QUÉ PLACER ENCONTRARTE POR AQUÍ!

BESOSSSSSSSSSS

19.2.10  
Blogger Mariano Shifman said...

Un sabroso poema acerca de la infancia. Te felicito, Alejandro

Mariano Shifman

24.2.10  
Blogger Unknown said...

Alejandro
un poema que también parece un conjuro hacia una madre que está instalada en lo más hondo del corazón. Un gran tema y una gran idea la tuya que nos aleja de los remanidos poema a mamá. Muy bueno. Eduardo Chaves

8.3.10  

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