Prosa de Irene Marks
Me contaron la historia , pero fue en otro tiempo, en la ciudad perdida.
...Era un barco de lunas casi rojas , pero casi apagadas. La calle se extendía en el medio del río y pasaban bicicletas azules (como volando iban) No puedo certificar que fueran bicicletas, pero que se elevaban por los aires, eso sí lo acredito.
Y de una punta a la otra saltaban esa calle los peces desde el río, salpicándola con el agua amarilla. Por eso no sólo bicicletas pasaban por la calle, también iban los barcos como el barco que digo, ese barco de lunas casi rojas pero casi apagadas.
© Irene Marks
26 Comments:
Irene, que lindo esto!! me sorprendió el texto, me pareció embebido en ternura, no sé.Me encantó. Un abrazo.
Lily Chavez
Querida Irene,
hay una dinámica en esta historia que nos transporta, un movimiento de aguas y de lunas y de colores entrelazados, en ese vaivén de un tiempo pendular y de iluminadas e iluminantes imágenes. Excelente!!!
un abrazo entrañable
Elisa Dejistani
Gracias, Irene, por transportarnos a momentos felices, te aseguro que leyéndolo, volví a saborear el aire de mi niñez.
Un abrazo enorme!
Olvidé firmar, Irene, el comentario acerca del "aire de mi niñez" que me dio tu poema, es mío.
Nati Caram
este poema me llevó a "Summertime"
hermoso!
Un abrazo
Hermosísimas imágenes en un poemazo de aquellos. Lo tengo guardado entre mis mejores lecturas. Felicitaciones por esta creación, besos de Alicia Cora.
Irene,la poesia puebla tus palabras,nos sorprende en cada frase,nos maravilla y nos hipnotiza con una belleza inucitada.Como dije en tu anterior texto,no son paisajes lo que describis,son viajes profundos a la esencia poetica de las cosas.
Gracias por crear palabras que vuelan.
Leonardo Herrmann
Te sigo descubriendo en la magia de tu poesía/o prosa/
seguro que volaban bicicletas o algo se elevaba con los colores
de la luna de los barcos de los peces
casi luz casi sombra
pero toda poesía.
desde graciela abrazo
Me llevas en un viaje donde desaparece el tiempo y se abre un infinito - ¿sin espacio? quizás.
Saludos!
Irene, esta poesía es tan surreal como un cuadro de Dalí, y por cierto tan colorida. Técnica y sentimiento.
Es un poema onírico, mágico, bellísimo. Gracias. Un abrazo. Adriana Maggio
Señora que viaja y nos hace viajar a los tiempos otros y nos deleita con sus travesías oníricas....mi gratitud por sus palabras...un abrazo inmenso, María Chapp
este poema me encantó Irene.
besos
Lili
Irene
gracias por compartir un texto mágico, has logrado inventar un mundo tan conmovedor como lo es la infancia y sus recuerdo. Se nota la poesía flotando en tu prosa, hay música y emociones que luego se quedan en el lector, como imágenes de la luz. Eduardo Chaves
Irene, me agradó leer la prosa con su fantasía, colorido y ternura.
Un abrazo
Betty
Como siempre disfruto tu escritura, este poema me lleva a la calma.
abrazos
Elisabet
Todo un sueño vaporoso formidable, Julia
Irene,
una poema en prosa lleno de sensorialidad, tremendamente atractivo, pues nos hace visualizar ese río, ese barco y las bicicletas, como si estuviéramos dentro de un magnífico sueño en tres dimensiones.
Cariños,
Juany Rojas
Maravillosa muestra de prosa poética, Irene. Un delicioso devenir onírico. Te felicito
Mariano Shifman
Qué belleza, poder volver a esas horas en que todo era una confluencia de sensaciones nuevas envolviéndonos como espumas. Anduve en esa bicibleta salpicada de peces y gotas de ríos amarillos.
Gracias
Abrazos
Alicia Perrig
Irene: ingenuo, pleno y profundo poema. Me encantó y llenó de imágenes cálidas.
Un beso enorme.
Mirna Celis.
Lindo, lindo poema!
¡Una maravilla de formas y colores, Irene!
Aplausos y besos
María Rosa León
Quierida Irene:
Maravilloso!!!Lleno de color y gracias por transportarme en tu vuelo.
Te felicito.
Un abrazo.
Dragontesa Leuzzi.
¡Qué belleza, Irene!. Me quedo prenida de las biciclets voladoras y los barcos de luces rojas. Gracias por este poema y por tu comentario generoso. Felicitaciones. Fabiana
Prosa que nos hace volar con sus "bicicletas azules", que no sabemos si eran bicicletas, pero que se han montado en versos de siete, once, catorce sílabas, con sus musicales acentos, y enriquecidos con los peces de un río de aguas amarillas y un barco misterioso que, en lugar de bandera, tiene lunas inquietantes: Su "casi" rojo nos deja maravillados e inciertos, pendientes del deseo de completar los tres colores primarios. Hermoso, Irene, y siempre muchas gracias. Lo mismo que a Gustavo, que con notable generosidad, acierto y belleza, nos brinda a los poetas contemporáneos, este lugar de encuentro. Elena S. Eyheremendy
Publicar un comentario
<< Home