Poema de Fernando Giucich
ESTAMPAS
En la tarde noche
de aquel viernes fatídico,
se cruzaron dos miradas
como lanzas afiladas.
Ninguno esgrimió argumentos
valederos.
Unos compases muy suaves
rasgaron el crepúsculo
con las notas de una guitarra.
El odio se hizo carne
con los cuerpos envarados.
Una estrella asomó
como santo y seña
de la noche niña,
y en los techos
enmohecidos
se posó una golondrina
viajera.
© Fernando Giucich
4 Comments:
Una bella estampa!
Fernando, mucho ambiente y ritmo. Una estampa impecable.
saludo cordial
Cristian Gentile
Vi un duelo en esta estampa. abrazos
Elisabet
Me hace acordar a esos cuentos de Borges, donde dos gauchos se baten a duelo, o a veces dos compadritos.Excelentes imágenes que hacen de este poema una visión relampagueante y rápida, que sintetiza una larga historia. Saludos poéticos Irene Marks
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