11.3.10

Poema de Fernando Sánchez Zinny


Alguien la llama por su nombre

Dormías junto a un árbol de verdor ceniciento
en que el viento convoca y deshilacha
la trama del lenguaje entrecortado
que hablan las tempestades, las cerrazones, las pobrezas.

Eras un signo, casi una condena
que ambicioné cumplir ansioso de desdichas,
renuente a los senderos de diáfana alegría
que van serpenteantes a las guaridas del invierno.

Nada ha de ser en vano: llegarás en un cielo tuyo,
amparada por una canción inabarcable,
cuyo rumor prolonga la ardiente timidez del beso
varado en esta lacia bajamar, sobre la soñolienta
bahía ofrecida ante el sol de los amantes.

Vendrás con el olvido,
gacela sin aliento,
ya en confines del bosque.

Alguien te llama. Pienso
en la sed agobiante
de la última vendimia.

Es claro que sabemos
los riesgos del ocaso,
del tardío esplendor
reunido en la playa.

© Fernando Sánchez Zinny

7 Comments:

Blogger Leonor Mauvecin said...

Hermoso poema , bellas imágenes y conmueven Gracias Leonor

12.3.10  
Blogger fanny said...

Me quedo con este tironear de pasiones: << ardiente timidez del beso>>

Me gusto leerle.

Sensiblemente, Fanny

12.3.10  
Blogger Pere Bessó said...

Espléndida simbología para desparramar en el sueño del signo. Toda una vendimia de sentidos.
Pere.

12.3.10  
Anonymous Anónimo said...

David Antonio Sorbille dijo...
Magnífico poema, Fernando. Un abrazo.

12.3.10  
Anonymous Anónimo said...

"es claro que sabemos los riesgo
del ocaso",hermoso
Anahí Duzevich Bezoz

13.3.10  
Blogger Silvia Loustau said...

Profundas imágenes..." el tardio esplendor "...que llegará no cabe duda, mientras tanto sembremos el camino de belleza.
Un fuerte abrazo de


Silvia Loustau

13.3.10  
Anonymous Anónimo said...

Hermoso, espléndido... y el temor al ocaso... no, también hay esplendor en el ocaso, o mejor, no hay ocaso...
Celina

16.3.10  

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