13.3.10

Prosa de Ana Guillot


fragmento de un texto en proceso de escritura

2.

Ella entorna los ojos y acumula el aire. Huele huele huele más. Los barcos están en la orilla, sostenidos. Ella huele, toronjas y almizcle. La bruma embriaga su vestido. Ella entorna/sigue entornando los ojos. Está de pie. Ella vacila apenas el cuerpo, lo deja, lo va dejando ir con el viento. Ella huele más, sigue oliendo con los ojos entornados. Ve entonces un vestido que atrapa al hombre, que lo delimita. Ve sangre en el vestido. Ve que el triunfo sopla las raíces y eso es lo que embriaga, no el perfume. Ve a la mujer del hombre celebrando en su lecho, los amantes. Ve ahora a la hija, que será carne del hombre. Huele Casandra sigue oliendo. Ve a la hija bestial danzando en su furor, negra y delgada. Ve al hermano llegar. Ella entorna los ojos, se mete en su epicentro. Huele y huele (almizcles y toronjas), se agita. Ve al joven, al hermano. Ve la sangre que brota de una madre. Casandra ve y huele, se agiganta su aire tumultuoso, la bruma no la deja. Himen himeneo grita se esparce se acuchilla la virgen que no quiere. Sabe que ha de ser violenta la posesión, extraordinaria. Sabe que la victoria exorciza pudores, los demuele. Sabe que la cordera está famélica, exangüe. Adolecida. Cansandra huele huele más. Himen himeneo grita/ vuelve a gritar. Los troyanos no creen. Es dulce la sensación de no saber. Un refugio neuronal. Una planicie.

© Ana Guillot

4 Comments:

Blogger fanny said...

Sobrevolando la exquisitéz de tu Palabra espero por el Cielo donde continuará la Historia; tantas Penélopes, tantas Casandras construyendonos/desconstruyéndonos.

Sensiblemente, Fanny

13.3.10  
Blogger galáctica said...

Certera descripción de una Casandra poseída por la profecía, como el yo lírico también se deja poseer por la palabra, hasta convertirse en otra profetisa envuelta en el manto de la palabra. La incredulidad de los que no quieren escuchar se asemeja a la de los que viven en la autocomplacencia, negando su yo interior. Saludos Irene Marks

14.3.10  
Anonymous Anónimo said...

Gracias por los comentarios. me ayudan a ir dando forma a lo que viene, estas prosas.

16.3.10  
Blogger Myrtha Milella said...

Ella, grita cuanto puede tanta desesperanza desde su himen virgen hasta que alguien lo rescate.
Fuerte duro, pero excelemte
besos myrtha

22.3.10  

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