27.4.10

Poema de Myriam Leal


Mi ángel solía mirarme
con sus ojos de gruyere
mientras comía un peón blanco
Ahora
tras sus anteojos negros
él todo lo encuentra aburrido
excepto el póker y la velocidad
‘’No me esperes despierta’’-dice
al ponerse la campera negra
‘’Esos amigotes tuyos’’-intento
‘’Alguien los olvidó en la pick-up’’-
me ataja
y enciende un habano
en tanto
se ajusta el cinturón con tachas
Un nudo me florece en la garganta
al colocarme las alas
que él ocultó bajo la cama
Otra vez se fue sin casco

© Myriam Leal

3 Comments:

Blogger galáctica said...

Un maravilloso poema donde el final nos llena de inquietud.El ángel pasa de la ternura a la vida en la senda "pesada" y sin embargo no deja de conmovernos.El ponerse las alas que el otro olvidó es también simbólico y muy sugerente. Hermosísimo Irene Marks

28.4.10  
Anonymous Anónimo said...

¡Qué original conjunción de vértigo, azar y esas "alas ocultas bajo la cama", Myriam!
Aplausos y un beso grande
María Rosa León

28.4.10  
Anonymous Anónimo said...

¡Buenísimo este ángel con ojos de gruyere y alas bajo la cama!!!
Un abrazo,

Alicia Márquez

4.5.10  

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