Prosa de Sonia Quevedo
ROSAS TRASNOCHADAS
Profunda la mirada cuenta de su noche, del pan escaso, de sus zapatos perdidos en el caño que es morada mientras abraza su manojo de rosas trasnochadas; su triunfo ha sido encontrarlas, y su emoción, abrazarse a ellas como propias.
Su carita sucia muestra y cuenta de la escasez del agua, del dulce aroma de un pañito limpio que ha perdido, de los días de lluvia jugando en solitario a:
que te busco y no te encuentro, y, su cabello descuidado, aun retiene olorosos residuos de la carrera del tiempo.
Tierna su sonrisa no es muestra de alegría, más sí, un esbozo de obligada conformidad y súplica, del reclamado abrazo no encontrado y ese desear tener una muñeca de trapo que no existe.
No son de lana virgen su saco oscuro ni su cobijita; talvez sea heredada o encontrada en vecindario antiguo, durante la asonada generada por invasores desplazados del campo.
Aquí y ahora, sentada sobre el cemento frío muestra sus pequeñas piernas, sus pies descalzos, el hollín del tiempo aferrado a su piel de niña de la calle, y su calzón meado, estampado con lunares blancos.
© Sonia Quevedo
Foto enviada por la autora del poema
6 Comments:
Su cara sucia, su realidad, queel poeta observa deslumbrado por la realidad de la niña.
Brillante poema!! Descrpción precisa, exacta. Se huele hasta la pena misma.
un cariño
En este poema se pinta una realidad dolorosa y se dan los detalles en forma minuciosa, se nos acerca la imagen individual, humana e infinitamente importante del abandono.El lenguaje humaniza, sensibiliza, entra en el nudo y lo señala, ilumina la zona más oscura. Este poema es un ejemplo de cómo la poesía puede decir lo trascendente. Felicitaciones a la poeta. Por un mundo más justo Irene Marks
Tu retrato escrito nos empuja a sentir el verdadero dolor que yace en el fondo de nuestros corazones apurados, corriendo sin ver, viendo sin sentir.
Hermosamente has puesto en evidencia lo que debiera verse y no se mira, o se mira sin verlo. Gracias, por despertarnos en medio de esta ficción en la que hemos transformado la vida.
Celina Vautier
¡Ah! Sonia, he leído siempre tus prosas poéticas donde más que la preocupación social se advierte el aliento de una verdadera humanista... eso, mi querida ¿Quien más que la poeta para ocuparse de lo humano? Una vez más: gracias.
Hola Sonia, no se puede dejar de admirar tu nìtida observaciòn de lo social. Nos ayudas a mirar desde tu poètica para no abstraernos de ella.
Gracias. Un fuertìsimo abrazo
Andrea
Un alegato minucioso que apunta al corazón, una letra que no ignora la indiferencia y la crueldad de un mundo cada vez más alienante.
Felicitaciones Sonia
un gran abrazo y gracias por su lectura y generoso comentario
Elisa Dejistani
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