4.6.10

Poema de Ariel Mégevand


El lector

Las palabras crecen en silencio,
erizan el terreno de susurros,
levantan olor a tierra fresca
si les sopla aire del país.
Vuelan, imperceptibles,
caen adentro del temblor de ser,
igual que los amores,
y hay que buscarlas con la mano.
En secreto crepitan
detrás del ruido que hacen los recuerdos,
hasta que un gelman estalla en muchedumbres
y las astillas se nos clavan.
Es así cómo esparce su piedad
y da nueva belleza a nuestro llanto.

© Ariel Mégevand

4 Comments:

Blogger Elisabet Cincotta said...

Es sí. Muy buen poema.

besos
Elisabet

4.6.10  
Blogger fanny said...

Piedra contra m boca, el impacto de este poema.
Y entonces ya nada se puede decir.

Sensiblemente, Fanny

5.6.10  
Blogger Adriana said...

Un canto a la lectura y la escritura, que completan lo inacabado de cada uno. Muy bueno. Un beso. Adriana Maggio

6.6.10  
Anonymous Anónimo said...

Excelente poema, arte poética....muy buenas imágenes sobre la gestación del poema, bravo!!!!!!! Un abrazo, María Chapp

9.6.10  

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