25.6.10

Poema de Patricia Díaz Bialet



LA DUEÑA DE LA EBRIEDAD DE LA ROSA

Él me regala la luna en una caja de fieltro.

Hay un tiempo en el que sólo deseamos escondernos en otro cuerpo
y partir hacia un nuevo refugio.

Hay una noche en que rogamos la presencia de las estrellas
y barremos nuestros dolores
para poder entregar nuestra piel desnuda.

Es la noche de las calcinaciones.
Es la oscuridad que aferramos a nuestras espaldas.

Hay una noche en que rezamos para el encuentro
y prolongamos los dedos simplemente como un juego más.

Pero esta noche tiene la grandeza de lo desconocido
y la astucia nos reclama un poco de descanso.

Sin embargo alisamos los pliegues de nuestra frente
y volvemos a ser jóvenes.

De más están los que nos quieren convencer de lo contrario.
Nosotros podemos abrazarnos como árboles empeñados en sobrevivir.

La noche refresca las pisadas de los verdugos
pero nosotros continuamos con nuestras ocupaciones.

Amar como las bestias salvajes perdidas en la selva.
Como los soberanos de tierras lejanas
sobre una piel de armiño y una copa de cognac que se aman también.
Amar sin explicarle al tiempo por qué se ha detenido.

Amar con los pies enredados en el umbral de la niebla.

Puedo envilecer de golpe
y sacudir mi mano sobre la jauría cercana.

Pero esta noche sólo quiero llevarme el pan a la boca
y obviar los compromisos anteriores.

Él me regala la luna en una caja de fieltro.

© Patricia Díaz Bialet

7 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¡B ellisimo canto de amor!
Felicitaciones, Patricia, y un beso grande
María Rosa León

25.6.10  
Anonymous silvialoustau said...

" amar con los pies enredados en el humo de la niebla"(perdón si cito mal,estoy memorizando) sólo ese verso encierra la historia de amor.
Felicitaciones,

Silvia Loustau

26.6.10  
Anonymous Anónimo said...

q maravilloso poema del amor en la madurez .:bellisimo Patricia !!!
Mabel

26.6.10  
Anonymous Anónimo said...

Patricia, es bellísimo el poema, es un todo completo, tiene cadencia, abunda en metáforas pero charladas, no construidas, mientras vas leyendo te cae por la lengua como una gota de miel, además es profundísimo donde cala, en sentimientos universales, ¿quién no sienbto esto que escribis?, me atrevería a decir que todos los hombres de todas las culturas, sólo hay que saber decirlo así, como vos, realmente bello. Lucas Andrín

26.6.10  
Blogger Marta Raquel Zabaleta said...

Bravo, Patricia: otra vez más creas con originalidad, esta belleza aun con un tema trabajado por cientos y cientos de años.
Abarzos
Marta Zabaleta

27.6.10  
Anonymous Anónimo said...

QUERIDA PATRICIA..UNO DE TUS MEJORES POEMAS!!!!!!!!!!!!!!!ABRAZO.MARIA DEL MAR

29.6.10  
Anonymous Anónimo said...

David Antonio Sorbille dijo...
Extraordinario poema, Patricia. Un abrazo colmado de admiración.

1.7.10  

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