28.9.10

Poema de David Rosales


Soplo

Un delgado soplo
separó a la noche del día,
la Nada fue el todo
y habitó en los hombres,

nos comió los ojos
parió entre nosotros
sin embargo el hálito
fue viento, agua, deseo.

Llegó la muerte.
La incertidumbre nombró los días.
La luz segó mis manos

en los brazos de la oscuridad,
sembró tierra sobre tierra
cerró mis pasos a la noche.

© David Rosales

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Un Génesis de lo humano. Me gusta tu poema oscuro
María Amelia

29.9.10  
Anonymous Anónimo said...

Un encuentro cara a cara con la muerte y quizás el poeta no se inmute, porque su palabra lo sobrevive siempre.
¡Muy bueno y original tu poema, David!
Felicitaciones y un gran abrazo
María Rosa León

30.9.10  
Anonymous Anónimo said...

¡Qué profundidad, David, llega hasta las entrañas!
Gracias por compartirlo!!
Nati Caram

1.10.10  
Anonymous Anónimo said...

Un poema de fuerza apocalíptica y a la vez de extraña serenidad, ya que se está hablando desde el futuro y (esto es lo más terrible) el que narra lo hace más allá de la muerte, en pasado. No obstante, asistimos a la visita de la luz, que forma su concierto con la Nada. El tono no es el de un lamento personal sino el de una voz unviersal que habla desde todos. Excelente Irene Marks

3.10.10  
Blogger Xenia Mora Rucabado said...

Estimado poeta David: Yo quedé cegada por tu rotundo poema sobre la trascendencia del momento de dejar este mundo terrenal. ¡ Gran poema David!!
Un abrazo
Xenia

17.10.10  

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