24.9.10

Poema de Paulina Vinderman



Ahora, tarde en la tarde, marzo sonará en la
palabra púrpura, al borde de la métrica,
inclinada en su terraplén.
Escribo dentro de un grabado mientras la palmera
izquierda (la pequeña) espera su salud perdida
y el encanto del cielo sobre sus nuevas hojas:
un mosquitero de encaje.

Mi mente está calma como un lago
escuchando la voz del hombre que anoche
en mi sueño me preguntaba por las constelaciones.

¿Era ésa la voz del lenguaje?
¿Por qué rompí mi poema del tiburón?

Si viene la lluvia será un exilio, un intervalo
en el teatro de mi pobre, pálida memoria.
Montañas azules, pueblos silenciosos, cardos al sol,
palomos que arrullan las siestas y un humo (¿la voz?)
en la carretera.


© Paulina Vinderman

7 Comments:

Blogger Leonor Mauvecin said...

Bello , preguntas sin respuestas que se adueñan de nuestra paz en la desesperación del poeta y sus inseguridades Un abrazo Leonor

24.9.10  
Anonymous Anónimo said...

Ideas e imágenes nada realistas y tremendamente subyugantes.

Jorge Luis Estrella

25.9.10  
Anonymous Anónimo said...

Paulina y si viene la lluvia sera un exilio,la memoria del lenguaje,un sueño del hombre solo,frente al silencio abrumador del pueblo y sus constelaciones.
Maravillosa descripcion de la belleza poetica.
Leonardo Herrmann

25.9.10  
Anonymous galáctica said...

Querida Paulina:
Magia pura tu voz que ve el color púrpura en la palabra marzo, como los antiguos que aún sabían ver el color de las estrellas(esto me lo dijo un comechingón que aún ve ese color). La percepción de la palmera que forma "un mosquitero de encaje" y "la voz del hombre que anoche en mis sueños preguntaba por las constelaciones" desata la fuerza onírica de la palabra que pasa con toda naturalidad a integrar esta realidad que se transmuta con la fuerza de su voz"(un humo?)", con la intensidad de lo frágil,que penetra en la imaginación, ese reducto que se extiende desde tus sílabas y penetra como un hilo intangible en lo tangible, dando el salto cualitativo para cambiar la realidad y sensibilizarla. Excelentísimo, muchas manzanas. Besos Irene Marks

26.9.10  
Anonymous Anónimo said...

Muy bello y profundo tu poema, Paulina, como todo lo que llevo leído y escuchado de tu obra.
Aplausos y besos
María Rosa León

26.9.10  
Anonymous Anónimo said...

Paulina, bellísimo, bellísimo este poema. Me es muy difícil realizar un análisis de un poema. Sólo puedo "sentirlo", aprehender su belleza y profundidad, como la que hay en estas, tus palabras, especialmente, las del final:"montañas azules, pueblos silenciosos, palomos que arrullan siestas y un humo (¿la voz?) en la carretera".

Un abrazo

Amalia M. Abaria

26.9.10  
Blogger galáctica said...

Paulina: regreso nuevamente al remanso de tu poesía, a los versos que justamente cita Amalia Mercedes Abaria, porque es un remanso , es la voz en estado puro. Gracias Irene Marks

30.9.10  

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