26.9.10

Poema de Roberto Reséndiz Carmona



Ayer
nos regalamos flores y también una canción
rezamos un poema que dijo
palabras hechiceras
e hicimos imágenes de agua
y volvimos a sentir
como la última noche que pasamos juntos.

Cuantas veces he tocado la flor de su piel sin mancillar
la magnolia obscura
el geranio de Juárez
y me sigo haciendo sombra
me diluyo
me hago
mar de lodo
herida enmohecida
en el más largo invierno de mi vida.

La última imagen que vi reflejada en el espejo
estaba negra
y no sabía
quién era
es más
no sé si soy
o era.

Creo que la amo
la amo
y no puedo negar el sentimiento que me ahoga
la pienso
y ahí está
y no tengo salida
no hay ninguna ventana
para el hombre que se enamora de las sombras…

© Roberto Reséndiz Carmona

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Te equivocás Roberto. Hay una ventana y te está reflejando en esta página. Muy bueno. Alda Salzarulo

26.9.10  
Anonymous Anónimo said...

"...no hay ninguna ventana para el hombre que se enamora de las sombras..."
Excelente cierre, Roberto, para este bello canto de amor.
Y creo , como Ada, que la ventana es la que se abre a tu voz poética.
Aplausos y un gran abrazo
María Rosa León

30.9.10  
Anonymous Anónimo said...

Un gran poema. Imágenes que nos remiten a otra realidad, la creada por la ausencia, una dolorosa ausencia donde hasta el recuerdo se vuelve frágil y sutil("hicimos imágenes de agua"). Lo que no permanece deviene en "sombras" que serán preferible a la nada del no-recuerdo. Un maravilloso fluir lírico que conlleva varias connotaciones, la de la ausencia, la soledad, la separación tajante que nos deja sin palabras y por otro lado la angustia metafísica, el bucear en las sombras porque también en las sombras permanece el amor. Saludos poéticos Irene Marks

3.10.10  

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