15.10.10

Poema de Leonardo Gastón Herrmann


Postales del genocidio y sus instituciones
Especulación de la inseguridad

VI

Sicarios de Medellín,
cartel escrito con cenizas,
niños mendigos de la muerte en gramos,
sombras de los paras que asolan las aldeas,
lagrimas del descuartizado por los pájaros,
cruces sin nombre en el silencio.

© Leonardo Gastón Herrmann

8 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Como siempre, fuerte, con una contundencia que arrastra a quien lee. Un beso Leo.

Lily Chavez

15.10.10  
Anonymous Anónimo said...

Un grito de denuncia y un reclamo de justicia en tus postales, Leo.
Aplausos y un gran abrazo
María Rosa León

16.10.10  
Anonymous galáctica said...

Una realidad muy dolorosa, que no debe ignorarse, es el asedio y la destrucción de la infancia en regímenes de violencia y guerra constantes, y también en el capitalismo que destruye la igualdad de oportunidades. Excelente poema y también muy expresiva la imagen de Gustavo. Saludos poéticos Irene Marks

16.10.10  
Blogger Unknown said...

Leonardo
tu poema me dolió en el alma, es fuerte y no tiene una sola palabra de más en su magnífico alegato. Es la obra de un escritor que mira el mundo en toda su dimensión. Felicitaciones. Eduardo Chaves

18.10.10  
Blogger El árbol José Enrique Ramírez said...

Brutal tu poema,Leonardo,brutal tu golpe de verdades draconianas,certero el empalamiento de tus imágenes,
apocalíptico pero necesario,un saludo desde Zamora,Michoacán, desde el árbol que soy;José Enrique Ramírez Aguilar

24.10.10  
Anonymous Anónimo said...

Querido Gastón: aparentemente menos apocalíptico, este poema lo es por la dimensión de una denuncia que sacude, arrastra (como dice Lily) y arrasa con el que lee mostrándole a pura metáfora la más despiadada realidad. Lo corregí pero no le había puesto la "s" a Gastón y me había quedado Gatón.
Un beso, amigo.

Jorge Luis Estrella

25.10.10  
Blogger fanny said...

Dagarnos brotadas sangres brotados ojos, ciegos de honores mudos sordos de palabras.

Hay momentos que deberíamos sernos los merecibles del silencio- esa espalda- como gesto punzante a tanta debilidad humana.

Sensiblemente, fanny

25.10.10  
Anonymous Anónimo said...

Tremenda denuncia, poema de gran fuerza!!! Un abrazo, María Chapp

27.10.10  

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